lunes, 3 de mayo de 2010

Y si lo atámo con alambre


counter Tarde calurosa de enero esperando el Rápido Argentino(línea 211)para ir hacia La Plata. El bolsillo de un universitario se limita a viajar vía esta empresa nada más ya que el costo de las Combis es muy elevado,es por eso que a veces hay que vivir,soportar o padecer situaciones desagradables camino a la capital provincial o viceversa.
Miro el reloj y el retraso era notable,el sudor se hacía cada vez más insoportable y lo unico que deseaba era el oasis de 6 ruedas con aire acondicionado.A lo lejos se visaba el micro que podía ser o no un espejismo,por las dudas levanté mi mano en señal de detención y el omnibus se encarriló sobre el lado del transito pesado descendiendo la marcha.
Parecía todo normal,pero un sonido extraño se oía a medida que la mole de 6 ruedas se acercaba,de inmediato examiné la unidad y descubri que el paragolpes delantero venía rozando contra el suelo,quién sabe desde hace cuantas cuadras. Al subir saludo al chofer y le comento la situación,el mismo quedó asombrado ya que por el ruido dentro del habitáculo no habia escuchado nada.Activa el freno y se baja para ver el problema,los pasajeros ni se percatan de lo que ocurría,acostumbrados a las roturas habituales se imaginarían que otra vez iban a quedar a medio viaje aguardando un micro de auxilio.
Acompañando al conductor le pregunto si no tiene herramientas para solucionar el inconveniente,se ríe y ni hace falta que mencione cual fue la respuesta.Viendo que mi llegada a horario a destino peligraba le digo al hombre vestido de camisa celeste que podría dirigirse a la gomeria que estaba cruzando la ruta para buscar algo que sirviera de sostén del parachoques,trotando cruza y vuelve con oxidados alambres entre las manos-es todo lo que conseguí-me dijo.
Con mucha valentía el chofer se tira sobre el asfalto caliente debajo del interno 05(que coraje, salía fuego del hormigón)para lograr entrelazar el alambre por algun lado. Por mi parte me ocupé de levantar el blanco,rayado y chocado paragolpe encastrandolo donde correspondía, mientras le hacían una serie de moños improvisados con el oxidad metal.
-Parece que quedó dice...La verdad que si,esperemos que aguante hasta que lo lleves al taller le respondí.Con el problema solucionado subimos para emprender el viaje,quise putear,pero no lo hice,no por esa situación,si no porque el Aire Acondicionado no andaba!!!!
-Que barbaro,es increíble que este coche siga en servicio le comenté para seguir conversando. Con cara de resignación sus palabras fueron,que va a ser,hay que aguantar,el tema es que cuando me quedo por el camino a don Plaza no lo quieren moler a palos e insultar y el que cae soy yo,la primer cara visible parte de la empresa.
Los kilómetros fueron pasando y totalmente distendido me contó cosas muy bravas que suceden dentro de su trabajo,pero eso es parte de otra historia. Se preguntarán si el alambre aguantó,y la respuesta es si,a tal punto que no hubo tiempo de taller o recambio de unidad y volvió a hacer la última vuelta con su paragolpes atado con alambre.